Este es un mito que oímos constantemente, nada más lejos de la realidad. Las micropigmentaciones anteriores eran más artificiales, buscaban un método de maquillaje más brusco y marcado, con colores diferentes del tono habitual de nuestra piel. En la actualidad las técnicas han avanzado y buscan la mayor naturalidad, la forma de resaltar la belleza existente. ¿Qué opinas?